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Editado por el autor

San Martín: El autor 2012 ISBN 978-887-33-0957-4 CCD B863

domingo, 24 de junio de 2012




        "Nacer en la Tierra" Acrílico sobre tela : 50 x 40 cms.  Autor :Magdalena (noparlocondio)


 





Desde la misma soledad
va encarnándose
aquello que tiene tu mirada plena,
y ese perfume que flota,
me salpica por dentro
para no olvidarte.
Nada suprime
lo que trae la ternura
y un roce que asemeja
la suavidad de un pétalo.



Supongo que la brisa
que te identifica
nace de un aleteo
que trae la magia de un pájaro.
Amarillo que contrasta
en la oscuridad,
luz que me dicta
hacia donde buscarte.



Ahí va, rozando en la garganta
la aspereza de un gusto seco,
pero ahora, algo más dulce,  
que  procura traspasar
el umbral de un suspiro.
Es lo que se encuentra
en la bruma que deja el beso, 
contrae ¡tanto! el aliento,
que se va la vida instantánea
para volver hecha saliva.


Octaedro



 

          Te esperaré en la cúspide de mi deseo, con el alma tan desnuda como la piel que cubre mi vergüenza, hasta el mismo pudor de esto se reirá.
          Sentada con las alas escondidas, NO…! quiero la libertad en esos fragmentos de amor que contigo llegarán, desataré nudos que el viento haga con tus besos en mis cabellos, perfumaré la inocencia extraviada que suspira entre mis piernas, con gardenias nocturnas que robaré a la primavera.
          La luna, mi amiga y marco perfecto de esa nueva ilusión de amor, efímera cuan extensa podrá ser la noche, que le permita sentarse en la orilla de una madrugada inquieta.
          Y te espero aquí, para que halles la cuadratura a los círculos de mi cuerpo y puedas amarme y ceñirme entre tus brazos; gozarás de mí por un instante, aunque tu dicha se prolongará por siempre.
         Te aguardo y te presiento ya cercano, mientras el tiempo indiferente avanza y… yo sueño despierta TU LLEGADA!
       Te esperaré ahí, enlazando luceros para colgarlos en tu pecho, iluminar el amor que tienes escondido…tal vez por un viejo despecho, te amo y espero por ti…con la luna en mi regazo. 

A la hora del amor llega desnudo,
desnudo y puro,
como quien vive su muerte y resucita.
BESA
hasta que sean de piedra tus labios
y tu lengua.
ACARICIA
hasta que palidezcan los tigres camorreros.
ENTRÉGATE
con la avidez del sediento en la taberna,
con fervor, con pavor,
no retrocedas. 




Y en la batalla de labios y de huesos,
en la apretada urdimbre de dos cuerpos
baja cantando, como un minero iluminado,
para cavar muy hondo entre mis muslos.


Te he soñado,
entre los pliegues de mi cama,
armonía de olores
sabores que en beso inquieto se conjugan
mezcla de ternura, pasión y locura.
Te desnudé el alma,
despojando el cansancio de tus ropas mustias,
y ahí, tu cuerpo al desnudo,
viril semblante que a mi piel cautiva.


Ven, no tengas miedo
hurga en mi cuerpo, hazme tuya
sacia en mi, tu sed de amar,
sube despacio y moja mis orillas
que latentes van hasta tu boca
siente el temblor de mis entrañas
que piden a gritos me vuelvas loca.
No te detengas, baja despacio
sigue fundido entre mis abrazos,
ahora liba mi aroma de mujer
hazme estallar de placer
hazme gritar como nunca,
déjame ahogarme en tu ser.



Tus manos se deslizan sobre todo mi cuerpo,
caricias suaves que queman por dentro...
Quitas el encaje que cubren mis senos,
encaje excitante de color negro...
¡explosión electrizante al sentir tus besos!
Tus manos temblorosas desprenden el ligero…
que sostienen las medias del placer completo...
como queriendo beberte el vino más secreto,
de entre mis muslos, de entre mis pechos...
Hasta embriagarte de amor y también de sexo...


Sabores desconocidos que tu lengua ha probado
Son sabores exquisitos del amor apasionado...
Rodeas mi cintura para seguirme amando…
Penetrando en lo profundo hasta quedar extasiado,
hasta beberte de mis labios el amor apasionado.
Y al sentir tu cuerpo fundido al mío
deliciosa sensación de llegar al vacío
En donde solo hay placer y eternos gemidos
Pasiones misteriosas que embriagan mis sentidos
Hasta desear otra vez que me tomes, amor mío. 

 
Hombre de la medida justa
para mis caderas,
recipiente de todos los temblores
de mi cuerpo,
madera antigua, de fino roble.
Volcán de lava que me siembra
hacedor de los dulces cansancios,
la ondulación de mi vientre,
de mi piel estrecha y concreta.
Navégame, marinero alucinado,
navégame y viérteme luego
en tus manos.
Soy todos los frutos
y tú, todos los labios.
Bebámonos.



Te encontré mutilado en un verso extraño,
mientras los gemidos de tu éxtasis
rompían el silencio,
aquel silencio de nuestras mentes,
que en una alcoba
nuestros cuerpos en un
cóncavo y convexo
prometiéronse amor.

Rash

(lo aportado es de su propia autoría y una recopilación de otros)



                                                                                                       “La guerra de los clones”:
                                              Quienes pensaron que “la guerra de los clones” terminó con “El Episodio V” se equivoca. En sala de Poesía se desarrolla una guerra mucho más salvaje y peligrosa, en la cual se juega el futuro de la sala y esta causando “estragos espantosos”.
      La sala de Poesía, otrora “reino de los poetas españoles”,  ha sido invadida por “un ejército de clones” que intentan destruirla por completo. 
         “El Imperio de Poesía” ha quedado dividido en dos grandes “clanes”, uno del lado oscuro de la poesía que gusta de Bukowsky y Rimbaud, estos caracterizan por la mala ortografía. El otro lado “es la fuerza luminosa” de la sala y son gente más culta.
          Estos dos grandes “clanes” están conformados por “clones” de todos los colores y edades. Los nombres de los nicks “clonados” son inimaginables y agreden certeramente al opositor. Ambos clanes son despiadados y “sanguinarios”.
        La consigna es malograr la sala de Poesía, refugio de los poetas aficionados y desahogo de los poetas frustrados.
   Las armas son nicks clonados, nicks de lo más creativos como: “la dama_xx_se masturba_gratis”, debe ser que en el país del clonador el que se masturba tiene que pagar un impuesto. También, se agrede con poemas y canciones que tengan una letra conveniente para los fines, tales como: “profesional de la mentira”, “mujer traicionera”, “no le pegue a la negra” y otras canciones más.
      Los nicks más comunes y poco originales son: “damagris_la_puta_de_la sala”, o “pepito_gay”, lo cual dice mucho del desequilibrio sexual de los creadores.
   También, están los blogs que, con sus capturas dejan sentado la maldad del oponente y de paso la mala ortografía. La guerra de blogs no tiene tregua, se “captura” los dichos “del enemigo” en los momentos más descontrolados, se imprime la imagen y no hay retroceso.
      Otra “arma predilecta de los combatientes” son los booters, utilizados para sacar de escena al “adversario” o dejarlo sin audio. Parte de “la guerra psicológica de esta batalla” es apoderarse del “audio o micrófono” y torturar por horas a los usuarios con música espantosa. Otros recurren a artilugios más sutiles y toman el mic,  leen escritos aburridos por horas para desestabilizar el equilibrio mental de los oyentes.
        Los detonantes de “las batallas” son las posibles “rupturas amorosas” que desestabilizan la paz de la sala y originan arranques de despecho desmedidos.
  Ni a “darth veider” nunca se le ocurriría hacer “clones” tales como   “el_hijo_muerto_del_huracannegro”, o “la_madre_muerta_delaviejafea”, “las fuerzas enemigas” son empujadas hasta “el límite”, con el afán de derrotar al oponente.
       En esta “guerra” tienen que “participar” todos, por que el que se considera neutral es atacado por ambas fuerzas, el lema es: "los enemigos de mis amigos son mis enemigos". Las semanas pasan y “la guerra” sigue causando estragos en los ámbitos de la sala, “los verdaderos poetas” escapan a “la galaxia del Paltalk” donde aún se mantiene el control.
          “Los sabios del oriente” han ordenado que se guarde un registro de estos acontecimientos para prevenir a generaciones venideras y pueda evitarse que se vuelva a repetir “el desastre de este siglo virtual”. Nadie puede predecir en que terminará esta contienda, solo se recomienda tener cuidado al entrar a la sala para no “ser reclutado por una de las fuerzas enemigas”.

Yoda



lunes, 18 de junio de 2012


Para la Maria Candela que ría:

                                            Solo se despierta para el asombro y eso multiplica el entusiasmo. Bien cargada de sorpresas, la mochila, es tan liviana como tus alas. Salpicando alegría en cada lugar, el planeta te devuelve con más fantasías. Solo así, uno se alimenta de emociones y reacciona según la realidad le toque. Aflora desde adentro lo espontáneo, no tienes alternativa. El “conócete a ti misma” disfruta su oportunidad inmejorable y el regocijo, navega a tu alrededor para acomodarse por siempre dentro del alma.
Deja esta, melodía que endulza,
solo el “andar” de tu guitarra frágil.
Como la palabra, tomas la “virtud del pájaro”.
Allí vas, con cada granito de arena que te adorna
y se produce la comunión más intima con el paisaje.
Puedes derramar en el aire una catarata de risa refrescante.
Privilegio de la arena sentir tu peso como una caricia.
Mujer que busca su encuentro con ella misma,
donde la vida tiene el sabor más agreste,
donde el sol por más tiempo, reina.









Deja esta, melodía que endulza,
donde el sol por más tiempo, reina.
Solo“andar” con esa, tu guitarra frágil,
donde la vida tiene el sabor más agreste.
Como la palabra, tomas la“virtud del pájaro”
mujer que busca su encuentro con ella misma.
Allí vas, con cada granito de arena que te adorna.
Privilegio de la arena sentir tu peso como una caricia
y se produce así, la comunión más intima con el paisaje.
Puedes derramar en el aire una catarata de risa refrescante.

Octaedro

(Extraído del libro "Tratado del viento", pág. 110 y 111)




                                                        Salinas Grandes:

                              ...Entonces, fue que “la luna” ya no estaba suspendida en la altura, sino que con su inmaculada blancura, se ubicó justo debajo de nuestros pies. Allí estábamos, en “la luna”, una planicie de sal purísima, rodeada en la lejanía de pequeñas montañas. Estábamos en lo alto, a unos tres mil metros o más, con el cielo despejado, el viento que se hizo sentir helado, contrastando con el ambiente de adentro del auto, donde hacía calor. Dejé el volante y con entusiasmo bajé para pisar “nuestro satélite”. Me siguieron los gringos y otra vez, esas caras inexpresivas no delataron ni un brillo en la mirada.
      Fue ahí, que pegué un grito y otro más fuerte aún, y sin mediar ningún preámbulo, me acerqué al alemán con cara de chino, lo tomé del brazo y le dije:
-¡¡¡ Esto es la Argentina!!! Un lugar infinito y bello. Para eso viniste hasta este lugar, para festejarlo, así que podemos gritar un poco para que se oiga lo que nos causa tanta alegría. ¡¡ Eeeesssaaaa!! –el alemán gastó una sonrisa amplia, tomó a su mujer y me vieron que levantaba los brazos, que suspiraba profundo, que bailaba, cantaba y gritaba…unos minutos de relajación para acomodar el paisaje entre las postales más festejadas…Estábamos en “la luna”, cerca de donde trabajan “los hombres de sal”. En la planicie se notaban unas piletas bien rectangulares con pequeñas montañas de sal acumuladas en sus bordes. Luego, más adentro, una cinta negra de asfalto recién hecha.
-¡¡¡Que atrevido el hombre!!! Interrumpe en el corazón de “la luna”, su paisaje natural.
Estamos, en el país de los sueños.


De todos los fuegos...




Agradecemos la colaboración e interpretación musicalizada de Daily Jara más la ilustración con que se inicia esta presentación.



Cuando estemos viejos
(Video realizada por "la pantalla viva")





 Cuando estemos viejos
y se nos achique el paisaje en los ojos
y el sol del invierno se nos ponga flojo
y nos cachetee la cara el espejo
cuando estemos viejos
y tiemblen mis manos al tomar las tuyas
y nos falte el llanto
la risa y la bulla
de esos dos diablillos
que ya estarán lejos.

Cuando estemos viejos
cuando estemos solos
cuando no haya nada
y nos duela todo
cuando solo exista la casa vacía
y anden en silencio tu sombra y la mía
nos querremos tanto!
que nuestro cariño
llenará la ausencia de esos dos chiquillos...

Cuando estemos viejos
yo te lo prometo,compañera mía!
serán nuestros años plenos de dulzura
serán nuestras horas llenas de poesía
andaremos juntos,viejitos inquietos
las 4 estaciones de un mundo de nietos
y verás,mi vida,que miente el espejo
pues seremos novios
cuando...estemos viejos...

D. Martín

Lectura a cargo de Java





   Tal vez, la decadencia esté en nosotros.  Con cada uno en que se multiplica la mentira.
    Es el tiempo y el espacio en que sale a relucir con despiadada ofensa aquello que hiere a un ínfimo escudo sostenido por pequeñas certezas. Tanto lo lastima, que “esa escala de valores” tambalea junto con nuestro espíritu.
    Sabemos de “esplendores” vividos pero con inusitada frecuencia hoy, transcurren acontecimientos que -sin dar tregua ninguna- opacan aquella mirada, que retrataba nuestra visión de las “cosas” o “formas” de observar la vida y actuar en consecuencia.
    Existe una “postura” de fastidio y desdén ante lo hecho. Como si ya no tendría ningún valor ni precio. Un cambio profundo inevitable en el que la transición es el período actual y allí, se “juegan” todas las alternativas. Alguna de esas opciones, tendrá preponderancia pero como la vida misma, es impredecible. La apuesta principal está inclinada hacia la “mezcla” de creencias.
    Una vez aplacada y perdída esa utopía que se sostiene con la  aspiración de convertir “un lugar en el mundo que sea más justo”, cobra relevancia un pensamiento “global” que supone la creación de un estereotipo que se “aleje” de su idea principal de “cultura nativa” para pertenecer a la idea abstracta de “cultura de la humanidad”.
    Una vez más, “la identidad” que se hace deliberadamente difusa.

Octeadro.

(Extraído  del libro "Tratado del viento" pag.  111)







"2001: Odisea del espacio argento":


 En la ciudad de “los atrevidos”, a cara cubierta y descubierta,  recortan la luz natural con las luces de “sus molotovs”. Pasaron ya veintiún días del mes de diciembre y la angustia, sobrevuela hasta el helicóptero que se lleva a De La Rua de la casa de gobierno. Están los que putean y patean las puertas de los McDonal`s,  aquellos que rompen los blindex a piedrazos de los City Bank´s, de los HSBC. Están los que participan solo con el golpe de “las cacerolas”. Están “cerca” los de “la S.I.D.E.” (por supuesto,  vestidos de “muerte civil”) o esos policías uniformados que martillan sus armas para ensangrentar la vida de “los reclamantes”… para apagarlas, si es posible para siempre.
          Pero ¿cuantos muertos les hacen falta?
       La “parada” desigual de quienes una vez más, sienten que se suspendió la ilusión,  por ahora. Eso sí, un país en donde “algo se proyecta”, tal vez, como organizar “la  lucha”.

De todos los fuegos...  





-Enmudeces a quienes
escuchan tus palabras.
Ese era el resonar
de lo que traía frescura
que, lamentablemente,
hoy desdibuja tu categoría de ingenuo.
Tal vez, por haber crecido
lleno de quebrantos
se enrarece la mirada,
se va tu luz
para estacionarse a un lado del tiempo,
consumiéndose tu rostro
en el lapso que requiere un instante
para dejar de ser niño.

De todos los fuegos...




                                                                LA LEY:
                Está sentada en el rincón. Intentando tomar aliento, se está ahogando no tiene aire, oye un susurro y se da cuenta. Comprende que es el aire que pasa por su garganta. Mientras mira el libro deshojado que estaba leyendo cuando su marido ha llegado a casa. No es que importe mucho la novela. El dolor que la atenaza es muy intenso como para que queden fuerzas para preocuparse por cosas insignificantes. Nunca pero nunca, sintió dolor como el que ahora siente. Por que ahora es cuando ruega que no le haya pasado nada al bebé, está embarazada de cuatro meses. Sabe que el niño aún es parte de ella, allí sentada en el rincón, con el cabello lacio pegado a sus mejillas sudorosas, le parece que se ha tragado un clavo caliente. Pero… siente que algo le chorrea en la cara interior de los muslos. Entonces susurra bajito:
-No, no, que sea sudor o pis. Si, eso es. Me ha hecho tanto daño al pegarme por tercera vez que me he hecho pis encima y no me di cuenta.
Pero no es sudor ni orina. Es sangre. Esta sentada en un rincón mirando un libro roto cuyas hojas están desparramadas en un sillón, cuando su seno se está preparando para expulsar al bebé que hasta hace poco albergaba. Y vuelve a susurrar:
-¡No! -gime -¡por favor, no!
       Tiene miedo mucho miedo, ve la sombra de su marido alargada, como la sombra de un ahorcado danzando en la pared de la cocina, ve el teléfono contra su oreja; incluso ve sus dedos. Alisando los rizos del cable, lo sostiene, luego la suelta. Piensa que está llamando a la policía. Una tontería… él es la policía. Tiembla ¿Quién se interpondría en su camino? ¿Quién iba a contradecirlo? Sólo alguien que no lo conocía, alguien que no lo conoce tan bien como ella. De pronto parece acordarse de ella, la contempla con su cara enrojecida y apuesta. Sus ojos parecen carentes de expresión como fragmentos de vidrios. Ella le muestra la sangre en sus dedos… lo más parecido a una acusación que ella se atreve a expresar.
-El problema es esto -asegura él, agarrando los restos del libro y acercándolos a su cara como si ella fuera un cachorro que se hizo pis en el suelo.
-¿Cuántas veces te dije que no leas porquerías?
       Ella podría decir que nunca. Ella está sentada en un rincón abortando. Da lo mismo, siempre dice lo mismo, aunque estuviera mirando las noticias en la tele. Aunque estuviera cosiendo un botón, o haciendo la siesta en el sofá, siempre eran porquerías para él. Ella sabía que él usaría sus puños cuando le decía:
-Quiero hablar contigo, cariño.
Ya no puede más.
-¿Es que no entiendes? -susurra. -¡Estoy perdiendo al bebe!
Y él sonríe;
-Puedes tener otro
      ¡El regresa, esta vez la matara! De ella brota más sangre, y el aborto tiene lugar, lo expulsa, así como el dolor llega a su punto culminante antes de desplomarse.
      A lo lejos se escucha el sonido de la ambulancia. Afuera, se escuchan pasos corriendo hacia la casa, pero es tarde, ambos han partido. Él llora desesperado, su esposa se cayó por las escaleras, estaba embarazada, los llamó pero como siempre han tardado demasiado. Hipócrita, el secreto está seguro; él es la ley…

                   
   (Sobre violencia de género) Liliana

sábado, 9 de junio de 2012




-Un rubor que sube desde adentro con la pesadumbre de la vergüenza.

        Allí, donde la tierra traspasa el espíritu, agrega en cada uno de nosotros la necesidad de que nos crezcan raíces.
       Nuestro cuerpo y alma, se alimentan desde sus raíces para terminar ramificados con los brazos que apuntan al cielo.
        El suave fluido que canta como la sabía, recorre el camino del cuerpo impregnado en su deseo, para luego, a través de un luminoso ascenso, elevarnos ya convertidos en almas nuevas.
    Así, viajo sobre los cielos abiertos y por cada espacio reservado para entrelazar almas,  así, comprendo de qué se compone el techo donde se refrescan.
     Almas, que tienen el merecimiento de multiplicarse, de nutrirse para nutrir.
         Almas que a veces se posicionan distantes, que desalojan a otras, que se dispersan para volver sin quebrantos, como que se han recuperado, transformadas en almas purísimas.
  Conjuga: Acompaña mi alma a todas las almas. Progresivamente, “ella” se va instalando muy cerca de “todas” y como todo lo que fluye, se amalgama.

Octaedro.



"Memorias rasgan las miradas,

bajan al gusto sabores conocidos 


y todas las imágenes 


a través de mis fracturas.


Anhelos perdidos, horas arrugadas,



ecos que emergen, palabras sin ardor, 

susurro de voces, 


poemas sin remitente,


ceniza tibia, ampollas del alma."

                                                          Sikita.




¡Soy india guaraní!
Mujer soy y princesa de mi pueblo
Amo mi tierra, mis lunas y mis soles
Amo mis tiendas, mis hamacas
donde mis sueños comienzan y a veces mueren...
Soy india guaraní, y beso el suelo,
la saludo , la venero.
Ella me dio hijos fuertes,
guerreros , bravíos.
Fuertes en sus brazos , fuertes en sus amores
Soy india guaraní y a ti, te amo
como solo amamos las indias y las princesas.
Dándolo todo
Mi alma
Mi corazón
mi tierra...


Liliana Mariza.





Agradecemos la colaboración de Daily Jara por permitirnos extraer texto e ilustraciones de su blog  http://subamosaltren.blogspot.com.ar  
Lectura a cargo de Java






Mi patria soñada


Fulgura en mis sueños, una patria nueva
Que augusta se eleva, de la Gloria al reino
Libre de ataduras, nativas o extrañas
Guardando en la entraña, su prenda futura.

Patria que no tenga hijos desgraciados
Ni amos insaciados que usurpan sus bienes
Pueblo soberano por su democracia
Huerto con fragancias de fueros humanos.

En un paraíso sin guerra entre hermanos
Rico en hombres sanos de alma y corazón
Con niños alegres y madres felices
Y un Dios que bendice su nueva ascensión.

Patria sin muralla para el pensamiento
Libre como el viento, sin miedo a metrallas
La Nación modelo que por su cultura
Se ponga a la altura de todos los cielos.

Donde alegres trinos de son libertarios
A los proletarios y a los campesinos
Patria donde haya voces de estudiantes
Promesas vibrantes de luz Paraguaya.

Sueño en una patria sin hambre ni penas
Ni odiosas cadenas que empañen su honor
Donde el bien impere sin sangre ni luto
Bajo su impoluto manto tricolor.

Carlos Miguel Jiménez






 
*De Mónica López Ocón: fragmento de la columna “La foto” del suplemento Cultura publicada en el periódico “Tiempo Argentino”  (mayo 2012).


“…No nos queda sino resignarnos a la tierra baldía que será desde hoy y para siempre nuestra existencia. Solo mi compadre, sentado detrás de mi, lee, como siempre, lee como si la vida no hubiera estallado. Quizá su lectura le permitía estar ahora en otro mundo con casas que brotan de la tierra como flores. Quien pudiera, como él, vivir aunque sea un instante en ese universo de tinta. Quien pudiera creer, como él, que si en un principio fue el Verbo, a partir de las palabras todo puede volver a comenzar”.

        Fraseando, muy precariamente (por lo que me acuerdo) a Don Ernesto (Sabato) en “Sobre héroes y tumbas”:
                             …Consolar con palabras a alguien concreto de carne y hueso que sufre, alguien sumido en desesperación, no se puede. Si razonáramos el mundo, solo descubriríamos que es atroz, sin embargo, felizmente, no somos tan racionales. A  pesar de las catástrofes provocadas por la naturaleza o el hombre, llámese una inundación en el Brasil o un terremoto en Chile o Haití, una guerra en Libia o lo que produce el calentamiento global “…aquellos sobrevivientes que fueron humillados, denigrados o mutilados, que lo perdieron todo, nuevamente, como hormiguitas tontas vuelven a construir sobre los escombros, su mundo ínfimo y cotidiano que, por ser tan ínfimo es más heroico aún... Entonces, ya no son las ideas las que salvan al mundo sino aquello que contiene una razón más profunda de la que conocemos y a la que llamamos Esperanza… Es decir: sí, la angustia es la confirmación de la nada, según Sartre, ¿es la Esperanza el sentido oculto de la existencia?...”

         ¿Como “juega” la palabra para ser reivindicada? Puede que detrás de ellas nos queda lo que “se siente como un nuevo principio”.
         Tal vez, el compromiso que implica al “poeta” en su búsqueda de belleza o de retratar el dolor, sea esto (pretencioso) intentar “salpicarnos hasta llegar al hueso” con una simbología que se cubre de lo más caro y que nos pueda, nuevamente, componer en lo profundo.

                                                                                                                          De todos los fuegos…






De paseo

La tarde se puso de ese gris invernal propio del mes de junio, con aquel  cielo gris que tanto se extraña cuando uno esta lejos de su ciudad. En el horizonte se veía el sol a punto de ocultarse como un disco plateado semejante a la luna.

Estaba tan bonita la tarde que decidí caminar en vez de tomar el bus dentro de la universidad, quise andar por  esos senderos que recorrí tantas veces en mis años juveniles y decidí llevarte conmigo aunque tu no lo supieras, llevarte conmigo sin pedirte permiso  por que así se acostumbra a hacer  en los terrenos de la fantasía.

 Y te tome de la mano e iniciamos el camino.

Fui enseñándote mis lugares queridos del pasado, vimos un pequeño grupo de cactus algunos con hojas planas y te conté que en México a esas hojas les llaman nopales y se comen. Y al lado había un rústico banco,  cuantas veces lo habré visto y no significó nada para mí hasta hoy,  que pienso en ti, cada vez que un banco se cruzara en mi camino. Nos sentamos un rato ahí a mirar pasar la vida por unos momentos, y le tomé una foto al  banco para guardarla en mi colección, al continuar el camino pasamos por aquel bosquecillo de árboles delgados y frondosos que tanto me gustaba.
Te mostré los salones donde me tocó estudiar en esos días y el estacionamiento donde tan orgullosamente dejaba el auto que me prestaba papá y escuchamos por ahí, a los estudiantes ruidosos que pasaban y reían con esa alegría irresponsable que se tiene cuando el papá le soluciona los gastos y la vida a uno.


Y luego el café ciber al que nunca entrábamos por que no teníamos laptop en esos días y no se estilaba el chat. Entramos a la dulcería de la señora Chelita y nos sentamos a comer, yo una crema volteada que la tenía antojada de hacía días y tu pediste solo un refresco.

Y conversamos,  conversamos de la vida,  del pasado,  de lo que fue y de lo que pudo ser. Y te conté anécdotas graciosas de aquellos días pasados,  y reíste y me llamaste loco,  reíste con esa risa que me ilumina el mundo.

Continuamos la ruta y te enseñe aquel parquecito con jazmines donde solía estudiar a última hora para algún examen y luego, vimos a un grupo de estudiantes ensayando bailes típicos del país, afición muy propia de los años estudiantiles en los que nos volvemos nacionalistas.

Caminando entre los senderos bordeados de flores y jardines, contigo de la mano el tiempo voló y de pronto ya estaba en mi punto de destino y llegó el momento de despedirnos, volver a pisar tierra firme, cada uno a su mundo. Te fuiste y yo quedé feliz y melancólico. Recordar es hermoso pero triste y es bueno  guardar los momentos hermosos para tenerlos a la mano para  cuando se les necesite. Respiré hondo y sentí que esa agradable sensación de que todo está bien. Al menos por ahora.


Y ahora, tú duermes, y yo…sigo aún pensando en ti.

Yoda


 


Una foto  en la carátula: "Panorama desde el parque". (Gentileza de Cecilia) Para el libro "Tratado del viento"

          Sumergida en el “teatro suburbano”, la vida, está junto a esos contraluces artificiales que se reproducen a cada instante o con aquellos ruidos propios del ir y venir de la gente, así, como sus olores, o los aconteceres que inducen a cualquier situación cotidiana. Incluso la tragedia o la comedia. Todas “ellas”, van entregando -entre tantas otras cosas- lo que se acumula o provocan: la indiferencia, la fascinación o el espanto, lo ordinario y lo que deslumbra, etc. sin dar respiro ni tregua.
          La mirada en perspectiva, sin embargo, propone al paisaje citadino no solo como escenario sino, también, como un protagonista más. Los cambios continuos que se realizan en ese paisaje, le dan una dinámica propia que a la vez confirman su entidad y agrega su “participación protagónica” junto a los “personajes” que lo habitan.
          Luego, es salir de la escena diaria para verla de lejos, como un todo.
          Ayuda a “reinventar” las luces, las sombras, todos los colores, pues contrapone “la urbe” con “lo natural”.
          A propósito, al cuerpo pastoso y pesado de los colores se le abren los poros para “respirar”, para que en “el plano” se distribuyan con “mejor carácter e intensidad”.
          Me acerco y me alejo de estos colores. Voy conversando con “ellos” -de común acuerdo- para “aprender a sentirlos”. Participar de esa compleja estructura que encierra todas las emociones y que se expande en el espacio para derramar en cada lugar la sensación que merece.
          Ahora, aparece el cielo en ningún tiempo visto.                                 
           Los celestes-grises casi esfumados, dominan con mucho “desparpajo” gran parte de “su techo diáfano”.
           En el fondo, está el *“crepusculario” que se apaga de a poco sin desistir de entregar su  “cuota” de esplendor, explotando sus alternativas de blancos-rosados a naranjas.   “Solo” es la luz del sol que se atenúa y “devuelve la última lumbre”.
           Es decir; las luces del ocaso con sus variantes tienen con que conmovernos porque nos llevan de la euforia a la reflexión.          
           Más abajo, el asentamiento de los edificios reconstruye un perfil irregular del horizonte y lo “siembran” de estatuas geométricas de proyecciones oscuras. 
           La mirada del “observador” busca –ambiciosa- retratar como centro de la composición, también, el reflejo en el espejo de agua.
           Allí, el “mirador” se adueña de la poca claridad que se refleja para “proveer” de más luz a “su obra” y conseguir de esa manera, “retrasar” el tiempo, aunque la noche recorra su camino inexorable.
           Porque la noche que se le viene encimando al suburbio, lo obliga a “salpicarse” de luces sin poder “ganarle” un espacio bien iluminado.
           La pequeña laguna del parque reproduce con precisión, el rostro del lugar –ese donde se tejen “telarañas de almas”- ante el avance sigiloso de la oscuridad.
            El viento se hizo cómplice de esta mirada para “desprender” de “algún cúmulus” las nubes que luego, dejó extendidas sobre el agua.
           El conjunto de nubes grises, conforman el portentoso “insecto o pájaro” que muestra su volumen y sus alas bien dispuestas a volar.
            Esas nubes, ahora, tienen “la clara identidad” de un inmenso pájaro oscuro que revive en el “fluido” y con su aleteo, desparrama las sombras.
            Por último, el verde de la gramilla invita a reposar el cuerpo en su lecho y proyectar los ojos, nuevamente.
           **  “No hay hecho artístico sin espectador”.
            Y así, crear el “ambiente” en el que sobrevuela o queda suspendida la melancolía.
          

                *”Crepusculario”obra de Pablo Neruda.             **A. Dolina

                                                                                                                                       Perezcuper

 
“El rey del ajo”

                          Llegaba a las veredas del barrio con la cara marcada de golpes o inflamada por el alcohol que bebía. Se sentaba, en cualquier saliente de algún umbral de las puertas, con bastante dificultad pues estaba borracho, como siempre. Tenía preferencia de acomodarse sobre una persiana de un antiguo taller deshabitado.
       Se sentía el rechinar de sus dientes, una mordida feroz que moldeaba su mandíbula y toda la carga de músculos que lleva la cara. De bigotes prolijos, cortados hace poco tiempo atrás y de una barba acumulada por unos días sin afeitarse, con el cabello entrecano, no tan largo, con un pañuelo de seda en el cuello, de camisa olorosa y de sobretodo que tuvo su tiempo de elegancia y finura, pero que ahora, estaba sucio de tanto arrastrarse. Él enunciaba su frase.
-Essssa madre.
       Un hombre fornido de panza no tan pronunciada, de brazos gruesos, de manos grandes y poderosas. Ahí estaba e iba permanecer no se sabe hasta cuando. Los chicos que jugaban en la calle se le acercaban con cautela. A cualquier movimiento que haga, ellos saldrían corriendo. El hombre era temerario. Nadie conocía su historia con precisión pero era un personaje mitológico para todos nosotros. Sí, utilizaba esas veredas aún cuando se ponían bulliciosas porque alrededor podrían estar jugando o por que la calle, era poco concurrida por autos pero nadie se atrevía a molestarlo. Era su zona de tregua.
-Esssa madre. Yo soy “el rey del ajo” -Gritó una vez para todos y fue el nombre con que lo conocimos o lo bautizamos. Luego, de muchas horas que se entre-dormía o deliraba por su borrachera, que tambaleaba la cabeza y se golpeaba y vuelto a dormir, al fin, se levantaba para desaparecer por otros tantos días. Nunca cargaba ninguna botella, todo lo que tomaba lo había hecho en algún otro lugar. Cuando volvía a sus “veredas de tregua” ya venía “regalado”, bien “mamado”.
      De tanto “visitarnos” otros borrachines o los cirujas que vivían muy cerca o estaban de paso, confraternizaban con él. Se sabía que, cuando se “le pasaba la tormenta de su borrachera” se acordaría donde tenía que volver. Seguramente, para hacer un poco de “vida normal”, hasta caer en la siguiente “pesadilla de alcohol”. Y así aparecía, nuevamente, con ropa distinta, que alguna vez estuvo limpia y “conformaba su decencia”.
      Más de una vez, tenía entre-dichos con aquellos con los cuales -al principio- confraternizaba y luego, terminaba a los insultos, muy mal. Los desafiaba a todos, lo que en alguna oportunidad le costó una herida cortante que le propinó alguien que lo cuestionaba. En la comisaría de la zona ya lo conocían y cada vez que se lo llevaba “la cana”, se tomaba algunos recaudos, por esa cuestión de que los borrachos cambian de humor en cualquier momento.
-Yo soy el reeeey -subido a la vereda más alta a declamar por su trono.
         Borracho y todo, se ponía a conversar con los chicos que dejaban de jugar y lo iban a curiosear. Más de uno se llevaba la impresión de alguien sociable pero poco contestaba de su procedencia.
        Algunos de los cirujas se transformaron en “amistades” que fueron llenando su estadía en las veredas y por supuesto, ahí sí, compartían bebidas alcohólicas. No era de lo mejor para comentar que sucedía por aquellos tiempos, pero tampoco, existía en las personas de la cuadra, esa forma de querer perseguirlo con denuncias, como para requerir continuamente de la presencia policial. Solo venía a dormir. Nunca un acto de obscenidad para remarcar.  


De todos los fuegos...